El gimnasio ‘Héctor Etchart’ del porteño club Ferro Carril Oeste volvió a ser un escenario de enormes emociones para los Armoa Morel. El entrenador de UPCN, el más ganador del vóleibol argentino con 22 títulos, debutó como DT en ese escenario. Su esposa, Carla Morel, defendió poR muchos años esos colores, al igual que su madre, quien falleciera por la actual pandemia. Y en esta cancha, Manuel Armoa Morel fue elegido como el MVP del partido que significó su primer campeonato formando parte en el sexteto inicial.
Así, Fabián Armoa disfrutó por partida doble: como técnico y como padre. Contó como fueron los primeros ‘festejos’: “Hubo un abrazo y felicitaciones. Que lindo es ver jugar a mi hijo, también ganar un campeonato y que lo elijan MVP del último partido. Todo muy lindo, pero obviamente que él festejó más con sus compañeros”.
-¿Qué cualidades destaca de Manuel?
-La verdad es que su evolución es muy interesante. Al principio era ver como le iba. Fue tomando experiencia y no se notó en las finales que era un debutante. Uno siempre está más pendiente de lo que hace mal. Pero lo hizo muy bien.
-¿Valida entonces lo que él dice que en los entrenamientos no recibe el mismo trato, pero para mal?
-Es probable. Trato de diferenciar eso pero sé que no me sale tan bien. Tengo más confianza como para decirle algunas cosas (ríe). Veo que puede soportar eso porque puede hacerlo mejor. Es como el dicho, a la cruz la lleva el que puede.
-¿Y qué sabor tiene el título para el Armoa técnico?
-Primero, el año pasado nos habíamos preparado muy bien y no se pudo terminar. Y todo lo que sucedió después: la pandemia, la incertidumbre si se jugaba o no se jugaba, y como iba a ser. Hubo mucha gente trabajando muy duro para que se juegue. Entonces, poder devolver con el título, fue una gran cosa. Además, toda la gente que hay detrás del equipo. Tuvimos un recibimiento tremendo cuando arribamos a San Juan. Porque además de la familia, estaba toda la hinchada. Uno ve que hay mucha gente detrás de UPCN.
-El rendimiento del equipo fue prácticamente el óptimo.
-Tuvimos un buen rendimiento. Tuvimos dos jugadores experimentados y trajimos gente para esta Liga que ya había estado en UPCN y que sabía como era. Los extranjeros muy bien y los chicos de las inferiores, que matan por UPCN. Se dieron muchas cosas, pensadas, y que luego se hicieron bastante bien.
-¿La experiencia de las burbujas?
-Muchas veces se jugó así, en las copas. Dormir todos los equipos en un hotel e ir a jugar hasta que había un campeón. Ahora fue así todo y no es un formato para despreciar. La organización fue increíble, con hoteles muy buenos, comida muy buena. Todo muy bien, entonces había que dedicarse solamente a jugar. Por ahí, cambiábamos la preparación. Cuando estábamos sobrados de puntos y teníamos muchos jugadores, podíamos ir cambiando, sin un gran estrés. El estrés era estar mucho tiempo todos juntos en un hotel, sin poder salir. Pero fue una experiencia más que todos hemos vivido y al haber ganado se suaviza más.
-¿Hubo alguna decisión especial cuando surgieron los dos positivos por Covid-19 antes de la semifinal?
-Eso fue muy duro, muy difícil. Todo lo que estaba preparado se fue para atrás. Estuvimos encerrados, sin poder entrenar. Pero se superó y fue con los dos jugando.